Para un buen acabado antes de pintar se revisa si las paredes están bien acabadas, sin grietas ni grosores desalineados, etc..
Aunque las paredes sean estucadas, las pocas que quedan ahora, o las paredes sean lisas, pueden necesitar pequeñas reparaciones de masillas antes de pintar.
La masilla puede ser masilla plástica ya preparada y con una espátula tapar algún agujero que quede de haber colgado algún cuadro.
Pero las masillas también pueden ser en polvo para mezclar con agua y hay de varios tipos, las de rellenar grietas o agujeros grandes, las de nivelar y renovar paredes por ejemplo de tapar azulejos, las de alisar para mejorar los acabados y las de tratar por ejemplo erradicar humedades y otras funciones.
El especialista os asesorará sobre qué tipo de masilla necesitáis para vuestro trabajo en cuestión, si es para interior o exterior, el tiempo de trabajo que tenéis una vez hecha la mezcla, como reparar un estucado, etc..